El jueves por la noche, los Buffalo Bills recibirán a los Houston Texans en un duelo marcado por ausencias importantes y decisiones estratégicas que podrían influir en el desarrollo del partido. El entrenador en jefe Sean McDermott confirmó el miércoles por la mañana que el ala cerrada Dalton Kincaid, el receptor Curtis Samuel y el también receptor Mecole Hardman Jr. no estarán disponibles para el encuentro, debido a lesiones en los isquiotibiales, el codo/cuello y la pantorrilla, respectivamente.
Los tres jugadores estuvieron ausentes en los entrenamientos de la semana, en los que el equipo realizó sesiones ligeras lunes y martes. McDermott indicó que las situaciones de Samuel y Hardman se evalúan semana a semana, sin señales de preocupación a largo plazo por el momento.
La lista de jugadores en observación incluye también al tackle defensivo Phidarian Mathis, quien no entrenó el lunes pero tuvo participación limitada martes y miércoles. Su presencia en el partido permanece en duda.
En contraste, varios elementos que comenzaron la semana con participación restringida lograron entrenar plenamente el miércoles, lo que podría fortalecer la alineación de Buffalo. Entre ellos se encuentran los esquineros Christian Benford y Taron Johnson, el safety Jordan Poyer, los linebackers Terrel Bernard y Dorian Williams, el ala defensiva Joey Bosa, los tackles defensivos DaQuan Jones y Jordan Phillips, el centro Connor McGovern y el receptor Joshua Palmer.
El receptor Khalil Shakir se ausentó de los entrenamientos durante los tres días previos al partido por motivos personales, y su disponibilidad no ha sido confirmada.
Con estas bajas y retornos, los Bills ajustan su esquema ofensivo y defensivo para enfrentar a unos Texans que llegan con ímpetu. La ausencia de Kincaid, Samuel y Hardman obliga a redistribuir responsabilidades en el juego aéreo, mientras que la recuperación parcial de piezas defensivas ofrece a McDermott mayor flexibilidad para contener a la ofensiva rival.
El encuentro se perfila como una prueba de profundidad para Buffalo, que deberá compensar las ausencias con ejecución precisa y cohesión táctica. En una semana corta y con poco margen de maniobra, cada ajuste puede marcar la diferencia.