La Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), en conjunto con la Guardia Nacional, aseguraron bajo debido proceso, mil piezas de vapeadores en la ciudad de Morelia.
Debido a que ningún cigarrillo electrónico o calentador de tabaco cuenta con autorización sanitaria por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ni reconocimiento por parte de la Secretaría de Salud como producto de riesgo reducido o alternativo, se realizó esta acción.
Se trata de vapeadores de las marcas “Maskking high pro”, “High pro lush ice”, “Lio grape” y “Play max”, que no cuentan con los permisos establecidos que acredite su legal procedencia y transportación, tampoco para comercializarse ni distribuirse en el país; por tanto son ilegales y están prohibidos en todo el país.
Estos cigarros eléctricos son conocidos también como productos frontera, por prometer ayudar a dejar de fumar, empero, un cartucho que contiene 5% de sal de nicotina es equivalente a entre uno y tres paquetes de cigarrillos.
Estas altas concentraciones de nicotina tienen efectos adversos a largo plazo en el desarrollo del cerebro de niños, niñas, adolescentes y fetos en formación.
Además, contienen niveles importantes de metales como cadmio, níquel, plomo, entre otros, los cuales representan un riesgo a la salud al desencadenar inflamación del tejido pulmonar, daños cardiovasculares por los cambios en la circulación sanguínea, daños mutagénicos que aumentan el riesgo de cáncer y alteraciones a nivel reproductivo, como disfunción eréctil y pobre respuesta inmunológica a infecciones respiratorias.
El consumo de los cigarrillos electrónicos perpetúa la adicción a la nicotina y al mismo tiempo desincentiva el abandono del consumo de tabaco.