Con un discurso enfocado en la unidad hemisférica, la inclusión y la efectividad institucional, Albert R. Ramdin asumió este lunes su mandato como Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), comprometiéndose a fortalecer los lazos entre los pueblos del continente y renovar los propósitos fundacionales del organismo.
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Washington D.C.— En su primer mensaje como Secretario General de la OEA, Albert R. Ramdin expresó su compromiso de liderar una organización “más receptiva, inclusiva y eficaz”, capaz de reflejar la diversidad y el dinamismo del continente americano. “No asumo este cargo como individuo, sino como un servidor comprometido con los pueblos de las Américas”, sostuvo con firmeza.
Ramdin destacó que su visión para el organismo multilateral se basa en cinco pilares fundamentales: paz, seguridad, prosperidad, cooperación y respeto mutuo. En un contexto internacional marcado por crisis políticas, desigualdades sociales y desafíos democráticos, hizo un llamado a la voluntad política y a la unidad como herramientas clave para enfrentar los retos comunes.
“La OEA importa”, afirmó el nuevo Secretario General, al tiempo que instó a reinventar los objetivos originales de la Organización, fundada en 1948. Ramdin también subrayó la importancia de involucrar a todos los sectores sociales —desde gobiernos y sociedad civil, hasta comunidades indígenas y jóvenes— para lograr transformaciones sostenidas y con impacto real.
Con una carrera de largo recorrido dentro de la OEA, el diplomático señaló que conoce “la calidad de las personas que trabajan aquí y el valor que aportamos a nuestros Estados Miembros”. Por ello, expresó su intención de construir una institución más transparente y orientada a resultados, respaldada por una narrativa clara y acciones concretas.
“Creo profundamente que es posible y que vale la pena”, dijo, reconociendo que los cambios que propone no serán rápidos ni sencillos, pero sí necesarios para fortalecer la legitimidad y la relevancia del organismo frente a los pueblos del continente.
La llegada de Ramdin a la Secretaría General marca una nueva etapa para la OEA, en un momento donde se multiplican los cuestionamientos sobre su papel en la defensa de la democracia, los derechos humanos y la integración regional. Su discurso inicial apunta a renovar la confianza en la institución y a reposicionarla como un actor clave en la arquitectura internacional del hemisferio.
Con una agenda que combina realismo y esperanza, Albert R. Ramdin inicia su mandato con el desafío de revitalizar a la OEA y consolidarla como un instrumento de unidad, diálogo y acción en beneficio de unas Américas más justas, democráticas y cohesionadas.