Para proteger a la población de posibles riesgos sanitarios, la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), a través de su Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), verifica que las albercas y balnearios del estado estén aptos para el recreo humano.
Más de 100 albercas y balnearios del estado, incluyendo las de hoteles, clubes deportivos y escuelas de natación, son monitoreadas por el personal de las 8 Jurisdicciones Sanitarias que hay en la entidad, para que en caso de detectar alguna anomalía en el agua de las albercas, estás puedan corregir antes del periodo vacacional de Semana Santa.
En total son 105 las muestras que serán tomadas y los primeros días del mes de abril serán dados a conocer los resultados. Con estas acciones se busca prevenir que la población usuaria se enferme de patologías asociadas a la contaminación del agua, como las conjuntivitis, dermatitis y enfermedades gastrointestinales por la presencia de coliformes fecales, E. Colli y amiba de vida libre.
La vigilancia a las albercas es permanente durante todo el año, pero se intensifica en periodos vacacionales.
En caso de que las muestras resulten fuera de norma, se ejecutan amonestaciones con apercibimiento a los establecimientos e incluso suspensiones hasta que no corrijan.
Las albercas fuera de norma deberán corregir una semana antes de la Semana Santa, para que a partir de esa fecha puedan estar listas y aptas para el arribo de visitantes y turistas.
La SSM también vigila que los propietarios de los balnearios cloren el agua y que la cantidad de cloro que utilicen sea el adecuado y se encuentre dentro de los límites aceptables para evitar riesgos a la salud, para así garantizar que quienes acuden a nadar lo hagan con agua potable.