Los New York Jets lograron una impresionante victoria de 24-17 sobre los Tennessee Titans este domingo, y gran parte de ese éxito se debe al veterano mariscal de campo Aaron Rodgers. En su segunda victoria como titular de los Jets, el experimentado quarterback de 40 años demostró su capacidad para mantener la calma y liderar a su equipo en los momentos decisivos.
Tras un inicio complicado, en el que los Jets no lograron anotar en sus primeras tres series ofensivas, Rodgers y su equipo encendieron los motores y acumularon 246 yardas y los 24 puntos que aseguraron la victoria. La clave del partido llegó en el último cuarto, cuando los Jets, con el marcador empatado a 17 puntos, tomaron posesión del balón en su propia yarda 26 con poco más de ocho minutos por jugar. Rodgers, mostrando su precisión y confianza, completó cinco pases consecutivos para 60 yardas. Entre ellos, una espectacular atrapada del receptor Garrett Wilson y una jugada decisiva del recién llegado Mike Williams que los llevó a la yarda 26 de los Titans.
Finalmente, el novato Braelon Allen selló la serie con una carrera de touchdown, poniendo el marcador 24-17 y dejando a la defensa de los Jets encargada de mantener la ventaja, lo cual lograron con éxito.
El entrenador en jefe, Robert Saleh, elogió la mentalidad ganadora del equipo, reconociendo que aunque el ataque aún tiene margen de mejora, la presencia de Rodgers en el campo ha sido fundamental para generar confianza en el equipo. Rodgers, por su parte, destacó la importancia de mantener la calma y la fe en sus compañeros, incluso cuando las cosas no van bien.
«Muchos equipos se desesperan en esos momentos, pero nosotros nos mantuvimos unidos», comentó Rodgers. «Aunque estuvimos frustrados al principio, nunca perdimos la confianza».
Con esta victoria, los Jets continúan mostrando su potencial de cara a los meses más críticos de la temporada.