Durante una audiencia con moderadores y delegados de asociaciones, movimientos y comunidades religiosas, el Papa León XIV hizo un llamado a fortalecer la colaboración con la Santa Sede en favor de la unidad de la Iglesia y la misión evangelizadora, en un contexto global marcado por conflictos y divisiones.
Ante representantes de 115 agregaciones eclesiales reconocidas por la Santa Sede, reunidos en Roma para el encuentro anual convocado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Pontífice subrayó el papel fundamental de estas entidades en la vida de la Iglesia. En su intervención, exhortó a los presentes a mantener a Cristo como centro de sus acciones y a sostener el impulso misionero.
El Papa agradeció el trabajo pastoral y organizativo realizado por los responsables de estos movimientos, así como su acompañamiento a los creyentes en la práctica cotidiana de la fe. Destacó que este camino implica responsabilidad, compromiso y, en ocasiones, dificultades e incomprensiones.
En su mensaje, León XIV recordó que la vida cristiana no puede entenderse en aislamiento, sino que se desarrolla en comunidad. Subrayó que cada carisma, inspiración o finalidad particular que da origen a las agregaciones eclesiales se inscribe en una experiencia colectiva del seguimiento de Cristo.
Finalmente, el Pontífice reafirmó la necesidad de que todos los cristianos colaboren con el Obispo de Roma, especialmente en los ejes de unidad y misión, que definió como pilares esenciales del ministerio petrino. Con este llamado, el Papa busca fortalecer la cohesión interna de la Iglesia y su presencia activa en el mundo.