“Otra vida es posible”: El llamado al liderazgo con rostro humano en la homilía del Buen Pastor

by Enlace Noticias

En la solemnidad del cuarto domingo de Pascua, conocido en la liturgia católica como el “Domingo del Buen Pastor”, el padre Julio César Fajardo Aguilar ofreció una homilía profundamente reflexiva en la rectoría del Señor de la Columna, en Morelia. Su mensaje, más allá de los ecos del reciente nombramiento del Papa León XIV, centró su mirada en la figura del pastor como símbolo de liderazgo, guía y servicio comunitario en tiempos de incertidumbre social.

“El mundo necesita siempre un bastón”, dijo el sacerdote, haciendo referencia al cayado del pastor como imagen de protección y orientación, no sólo espiritual, sino también social. “Podemos caer en el pecado de la soberbia al pensar que no necesitamos a nadie que nos diga por dónde ir. Pero una sociedad sin dirección, sin referente humano, se desorienta”, advirtió Fajardo.

En su homilía, el presbítero recuperó la figura del pastor desde sus raíces culturales y simbólicas. Recordó que incluso en la antigüedad egipcia, la imagen del pastor era asociada a la divinidad, y que el cristianismo la retoma en su sentido más pleno: como aquel que conoce a sus ovejas y es capaz de cargar con ellas.

Una mirada desde lo cotidiano y lo humano

Uno de los pasajes más conmovedores fue cuando el padre Fajardo narró la preocupación de un niño ante la ausencia de un Papa en días recientes: “Nos sentimos despapados”, le dijo a su padre. Para el sacerdote, esta anécdota no fue un simple gesto infantil, sino la expresión de una necesidad más profunda: la de sentirnos acompañados y resguardados.

“La experiencia de la elección del nuevo Papa no se trata solo de sustituir a una figura”, afirmó. “Es una señal de que Dios sigue pastoreando a su pueblo”. Bajo esa idea, el padre subrayó que la voz del pastor —sea religiosa, social o familiar— no se impone, sino que se reconoce y se sigue porque genera confianza y pertenencia.

El poder como medio, no como fin

La homilía también abordó el tema del poder desde una óptica crítica. Citando al Papa Francisco, Fajardo recordó que “el poder no es un fin, sino un medio; el fin es el bien”. En ese sentido, llamó a los creyentes a discernir las figuras de liderazgo no por su origen o estatus, sino por su capacidad de generar bienestar colectivo.

Al referirse indirectamente a las críticas sobre la elección del nuevo pontífice, el sacerdote fue claro: “No importa de dónde venga. Lo que importa es que conozca nuestra lengua, nuestra realidad y que, al escucharlo, sintamos que nos habla alguien que ha vivido con nosotros”.

La misión pastoral de las madres

Cerrando su reflexión con motivo del Día de la Madre, el padre Fajardo trazó un paralelo entre la labor de las madres y la figura del Buen Pastor: “Ese amor que ustedes hacen en sus hogares, ese pastoreo cotidiano, es también una forma de guiar al rebaño hacia el Reino de Dios”.

Con un tono cálido, pero profundamente consciente del entorno actual, el mensaje del sacerdote fue una invitación a revisar el tipo de liderazgo que la sociedad requiere: uno que conozca a las personas, que no las abandone, y que camine con ellas, aún en los momentos más oscuros.

“Contemplar al pastor es recordar que otra vida es posible”, concluyó.

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