La ofensiva de los Detroit Lions finalmente mostró su potencial en el triunfo de lunes por la noche sobre los Seattle Seahawks, con un marcador de 42-29. Con seis touchdowns y un total de 389 yardas, los Lions terminaron con la racha invicta de Seattle y se van a su semana de descanso con un récord de 3-1.
El mariscal de campo Jared Goff fue fundamental en el partido, completando sus 18 intentos de pase para 292 yardas y dos touchdowns, estableciendo un récord al tener la mayor cantidad de intentos de pase sin una sola incompletud en la NFL. Goff destacó la importancia del trabajo constante para encontrar el ritmo ofensivo del equipo. «Sabíamos que esto iba a pasar ofensivamente. Todos lo sabían. Trabajamos y se notó», señaló el entrenador en jefe Dan Campbell.
Una de las jugadas clave del encuentro fue el pase de 70 yardas de Goff a Jameson Williams, apodado «Big Play Jamo». La jugada fue crucial para devolverle el impulso al equipo tras una anotación de Seattle. Goff reconoció el impacto de Williams, mencionando que «infunde miedo en todos los equipos contra los que jugamos».
Los corredores David Montgomery y Jahmyr Gibbs también fueron clave para el éxito de los Lions, acumulando un total de 118 yardas terrestres y combinándose para tres touchdowns. Ambos han sido consistentes en el ataque de Detroit, logrando al menos 70 yardas desde la línea de golpeo en cada uno de los cuatro partidos de la temporada.
Sin embargo, no todo fue perfecto para los Lions, ya que cometieron 12 penalizaciones que sumaron 101 yardas. Campbell reconoció la necesidad de trabajar en reducir las faltas, especialmente las relacionadas con la defensa. «No podemos sobrevivir a 12 penalizaciones por partido. Pero sé esto: tenemos que ser físicos y vamos a salir de esto», afirmó Campbell.
Los Lions entrarán en su semana de descanso con optimismo tras la actuación del lunes, y volverán a la acción con el objetivo de mantener el impulso positivo de su ofensiva.